Friday, April 16, 2010

Reflexiones dopo un giorno di monkeys

Las situaciones sociales, tan comunes en el ente borreguil, siempre terminan complicándome la existencia. Un papeleo, un proceso, una llamada telefónica para arreglar un asunto entre otras vainas cotidianas terminan por romper el flujo de mi imaginación y esto por consecuencia me obliga a pensar y actuar como borrego. No soy ningún marciano viviendo en el planeta tierra-Borrego ni tampoco soy un desterrado social. Tengo trabajo, pago impuesto, tengo un hijo y estoy compuesto de elementos borreguiles claro que dentro de mí se suscitan otras cosas. No quiero comprar casa o participar en actos comunes. Mi única aspiración es poder llegar a ser freak de un circo. Una vez logrado mi objetivo presenciare el fin de la humanidad dentro de la carpa y tirarme un par de chiste con los payasos. Antes renunciaría a mi identidad en fin dejaría que los roba identidades se la robaran para que hicieran algo de mí que no pude ser o simplemente renuncie a ser. En días de changos, mi sueño es el único que puede dibujarme una sonrisa de oreja a oreja. Por cierto sobre il giorno di monkeys de ayer, pues nada un día sin parar lleno de pendientes, quehaceres, llamadas telefónicas, y uno que otro desajusto proveniente la cotidianidad borreguil. El reto de cada uno de estos aconteceres no es el problema sino la necesidad, digamos obligación, de pensar y sentirse como borrego para poder salir con vida de algo que el borrego en general tiene gracia y habilidad para hacer —¡pero yo no!

Hoy es viernes, y estoy embargado en reflexiones después del día de changüitos… Hmm se me antoja estar solo, no tener preocupaciónes de nadie y hacer algo con la nada.

¡Que lujo!

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