Thursday, October 8, 2009

El anhelo perdido

No encuentro anhelo con los brazos cruzados, sentado en frente del ordenador, con los ojos fijos en un monitor. Escucho al camión de la basura vaciando el contenedor, los brazos mecánicos lo sacuden violentamente hasta dejarlo sin basura. Los ojos fijos sobre el monitor, un correo, un mensaje descifrados en zeros y líneas otro mensaje de los mil que recibo todos los días. El camión llego a la otra calle por cierto.

Hoy llegaron las cuatro patas de mi Polaroid, hoy la fotografía dionisiaca de total enthralment comienza a ser nítida menos granujienta. La juventud del fotógrafo y la vejes del escritor fallido, la eternidad del poeta, la patética existencia del hombre trabajador, proletariado, humano plantado al suelco cero bajo en calorías –rutinario, simple, normal...

Hoy quisiera prepararme y peder conocimiento para no poder volver. Una memoria Cerati en la taza de mi café; los pasos por Anchorena, el cruce en Santa Fe, las risas y la humedad, y el Bueno Aires que respire. Allá volví a ser nene con jeans, allá tuve osadía, por allá estaba estereofonico tod y los días se vivieron con furia. Hoy sin embargo, es todo analogo ni el blue tooth o Wifi me handan en mis computadoras. Conecto el cable y a trabajar. Al menos descibro la imposibilidad en letras, y hoy por la noches con el la Polaroid sobre el Manfrotto la noche reconocera que es fotogenica.

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