Sunday, October 11, 2009

Esa risita de pillo tan particular mía..

Después de casi tres meses he empezado a sentirme mejor. El problema de la muela esta resuelto, el ojo borracho (el lazy eye) ve un poco mejor, y la costilla me duele menos. Todas estas mejorías han comenzado lentamente abrir los portales del horizonte dionisico. La imposibilidad-posible del porvenir se muestra desde un par de nubes y vuelve a susurrarme: “!epa, por acá seguí!” Para validar esto tengo por ejemplo el digno testimonio de lo que ocurrió ayer por la mañana. Ayer era otro de esos sábados mas en la apacible suburbia; me sometía a otro régimen de boot camp (tramite obligatorio para lograr mi ensuburbiamiento) cuando de un momento a otro cansado de los gritos y las demandas de los generales decidí huir.

Al principio pensé que abandonaba para siempre el proyecto de ensuburbiamiento, pero una vez lejos y en camino hacia casa comencé a concebir una vieja conocida crisis. Fue entonces que entendí que había recibido un llamado. Llegue al Theme Park (mi casa) y de inmediato me puse hacer un sin número de cosas. Me mantuve en focus y cuando menos lo supe me encontré dedicado a mí. Me quedo claro que tantos problemas de salud y preocupaciones de dinero me habían quebrado el alma y por consiguiente alejado de mi projecto dionisico.

Salí a la calle sin tener alguna razón; caminando entre la atmosfera citadina me percate del viento y poco después cruzando la calle más transitada inexplicablemente me volví a sentir ligero. Me sente a tomar un café y justo en el ultimo trago tuve la constancia absoluta de que algo en mi existencia se había resuelto. Las sensaciones que poco a poco fui sintiendo me llevaron a constatar que en mi rostro estaba de vuelta la sonrisita de pillo. No sé hasta qué punto mi semblante cambio porque comencé a entregarme al momento y su instante, a olvidar el reloj, a posponer el mañana, y sentir la risita tan particular mía. Fue el momento cumbre del día cuando deje de pensar y me entregé a lo que sentía. Digamos que tuve un momento Descartes solo que al revés: I feel therefore I am.

Bastara un par de días para que el cuerpo se alivie de sus dolencias, para que la fuerzas regresen y vuelvan a envisionar a la mente y con estas dos constituciones del Ser permitan al espíritu transcender, y todo absolutamente todo vuelva quedar en un entre dicho, en otra historica contradicción.

Por supuesto que no se aceptan apuestas…

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