Tuesday, December 21, 2010

Low-performance en tiempo de lluvias

Han sido días lluviosos, de malhumor, de presentimientos paquidérmicos y de alguna otra circunstancia existencial no favorable. No hare rodeos porque esto es un blog y no el diario de un príncipe. This morning (ósea ahora) reconocí tener un bajo rendimiento en referente a las disciplinas que desempeño como ser esquizofrénico y deamonico. Digamos que tuve uno de esos clásicos duelos conmigo mismo para poder analizar bien mi situación actual. No aceptaba el hecho de sentirme inservible ni permitía tener dos días consecutivos de low-performance. También me ladillaba por completo el hecho de que había mucho trabajo y que los Borregos, por estar en sus fiestas y de shopping, no atendían las necesidades laborales. ¡Que joder! 

En fin…


Volviendo al tema del día lluvioso me gustaban. No me importaba que lloviera menos en San Diego porque siempre estaba los cielos despejados. La lluvia se había convertido en un fenómeno natural o algo así como un milagro de los dioses de las mil putas. Era motivante salir a las calles desiertas y realizar las tareas necesarias para sentirse full. No tenía previsto, sin embargo, tener que lidiar con el diluvio del cielo en estos días de low-performance. Tres días habían pasado sin haber visto el sol igual ¡qué ni me importa eh! Ayer me tome el día libre por cuestiones post-alcohólicas, pero hoy tenía ganas de nuevo de echar andar mi maquina. Empecé por levantarme temprano, pero me ladillo tener tanto trabajo y no tener razón de la gente con quien colabora. Total me tome un par de tazas de café mire el Facebook. Me decidí ir al gym fue ahí donde encontré mi desgano. ¡Fatal el asunto! Me dolían los huesos, necesitaba cortarme el pelo, ir al dentista, ¡qué ijo puta calor que hace!  —yo a mitad de invierno y acalorado— olvide mi iPod shingadamauder, debí haber desayunado no estoy gordo… La serie de excusas, paranoia, situación paradójica, patología siquiátrica, angustia existencial. ¡A la mierda me voy! Regreso a casa la lluvia me moja y de paso escucho la burla de las calles mojadas. El inbox de las cinco cuentas de correo electrónico “0”. ¡Oh impotencia! ¡Ser terrícola borreguil di merda!  

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