Monday, December 6, 2010

Sueños paquidermos ¡luces, cámara… mejor espérate!

Mis análisis no habían logrado probar mi incapacidad como viajero. La contradicción seguía encabezando los titulares de mi vida. Todo este imprevisible y contingente pensamiento comenzaba a enloquecerme.   Yo según tenía todo resuelto, estar en casa, estudiar una noseque vaina, ahorrar, y matarme las ganas con ejercicio. Un par de turisteadas  con Lady Kokodrile y a ver como empezaba a pintar el evento. Inoportuna aparición de una posibilidad brindaba una esplendida oportunidad de viaje que sentía no debía desperdiciar. Exacto… sentía… de sentir… evento anomalístico muchas veces ladrón de mi razonamiento puro. Por supuesto que sentía, tenía ganas de sentir, encaminar la belleza huesuda hacia los porvenires de la contingencia y hacer de esta un digno evento. Debía quedarme, estarme quieto… me decía quedito a mi mismo como queriendo persuadir a mis monstruosidades de no emprender viajes a ninguna parte. Mis razones tenia, y eran obvias como casi siempre. Para que iba a viajar solo 10 días cuando podía irme por un mes. Segundo con el invierno que azotaba la mayor parte del planeta los destinos del sur del ecuador me parecían dignos, pero realmente no me llamaban la atención. ¿Para qué viajar 20 y pico de horas en un avión y luego tener que regresarse? Los viajes debía administrarlos como la NASA viste…  Un extenso preparativo y claro con una misión.

Y eso era lo que preciso tener. UNA MISION. 

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