Thursday, November 5, 2009

Lunes de cielo brillante y sin nubes


Se de principio a fin a donde voy. Trabajo, laburo, chambeo. Sigo en la búsqueda concluyo; llegue al fin del weekend y no quise pensar. Hasta la vista baby, hasta las próximas vacaciones, hasta que vuelva a tener el viento a mi favor. Además la desilusión, el fraude, la catástrofe del fotógrafo y escritor: un cielo brillante y sin nubes. Me ahogo en las maldiciones que pienso. La Polaroid y yo nos quedamos ganosos de drama. Las nubes brillaron por su ausencia, el vacio del cielo azzurro, la inmanencia del astro rey... tan irónico el asunto. La Polaroid lista con su lente en 17mm; yo con el control remoto en la mano. Una piña colada y un montón de turistas malográndome la composición de la foto perfecta, claro sin nubes. Mi compañera de viaje, co-pilota de autos de carreras gringos y habilidosa matematician, cayó enferma del exceso de la experiencia deamonica. A pesar de estar de mal humor sabe muy por dentro que dejo atrás los días de semana. Bendito sea el recuerdo que me llevo de su altanera carcajada que termino embriagando la cerveza que no pudo acabarse. Me hace sentir bien que a lo mejor volvió a tener lo que tenía como perdido. Sin duda ahora tiene nuevas memorias y un par de anécdotas que contar a sus nietos sobre un loco y la platica en italiano que mantuvo con un libro de Salvador Dali.

Pero habrá nubes el lunes? Que paradójico pienso en este momento tanto así que me perdi la cuenta de los kilómetros que faltan para llegar. Ya no me importa que el Mustang sea incomodo; me basto llenar el formulario del customer service para solicitar un auto europeo para la próxima visita. Por lo mientras aquí vamos detras de un camion cruzando pueblos fantasmagoricos que apenas empiezan el lunes. El camion baja de velocidad, saco la tercera velocidad y pongo la maquina del Mustang a sumbar en segunda, y ahi seguimos segundos detras el camion. No sirve ir rápido los lunes por la mañana. Para qué? Para llegar al trabajo a tiempo !estamos jodidos! Dudo que existe dios, pero sé que existe el trabajo, la muerte, y peor todavía el día cero. Suficiente tengo con el deber de trabajar. Una mala planificación, el tipico mal entendido, el-yo-pense-que-tu nos puso rumbo al trabajo a penas habiamos puesto los costales para dormir. A la compañera de los numeros le esperan formularios y a mi un "conference call" para despues de escuchar un head-count y un brief update, planificar un proyecto para llegar a ninguna parte. Quiero colgar el telefono cuando aun no he marcado; deseo detener el auto y hacerle un fotoshoot al cielo purpura en frente de mi sin importarme la ausencia de las nubes. No puedo parar aunque tenga que. Oh Trabajo Rey!

Ciento de kilometros y dozena de pueblos despues el cielo sigue vacio. Huelga de nubes. Conspiracion en contra la Polaroid. El sol nada contento ahora tiene el camino libre hacia su muerte vespertina. La Polaroid sigue dentro del bolso imposible tomar fotos con un cielo sin drama. No pienso meditarme fotografiar a la gente del pantano. Por ahora solo quiero llegar, salir del auto y correr a refugiarme en un lugar donde tengan el aire condicionado a tope.

Manejo y siento el dolor de cabeza. La humedad me ha dejado su recuerdo, odio usar desodorante, todos me miraran lo se. Puede que me gane las miradas por no haberme rasurado. Me encantaría ducharme y después salir al pantano con renovadas esperanzas, se que habrá nubes, pero a qué horas? Mejor cerrar los ojos, chocar, y asi irse a las nubes a vivir. Nada, me digo a mi mismo, es lunes y por ahora es imposible mirar hacia adelante.

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