Por fin Neptuno ha dejado de soplar. Los días fríos y grises han quedado atrás. Un mes de tan solo 29 días se ha prolongado más de lo necesario. A muchos no ha servido para reflexionar, a mí en lo personal me ha servido para volver anhelar con fuerzas el futuro próximo, el deseo máximo de tener el tiempo bajo el encanto de mis brazos y dominarlo.
Hoy Marzo estreno la primavera. No quiso esperarse 21 días, arbitrariamente empujo el invierno a la desolación de su temporal, instalo un sol vibrante como el del verano que hizo que los borregos salieran a las calles con sus chalecos sin mangas.
Yo anticipaba algo especial con el fin de la época de los vientos. Como Marzo no he podido quedarme con los brazos cruzados y decido empezar el principio del segundo Sueño Stereo precisamente el 29 de Febrero con el más firme deseo de darle la madre al mes. Bastantes cosas han sucedido que ahora es tiempo que sucedan por mi propia voluntad y acciones. Ahora si algo se rompe, se descompone, se deteriora, se pudre o se enferma es por obra y voluntad mía.
Por eso ayer cogí el auto y viaje a toda velocidad hacia Arizona. Fue un gran placer sentirse en movimiento, atravesar las montañas y valles, poder ver por el retrovisor la muerte del sol y de regreso una luna menguante divina. No son presagios sino casualidades arbitrariamente producidas por mí.
