Monday, May 31, 2010

Entre las sombras de la soledad

He aprovechado los días feriados del Borrego para deshacerme de los malos pensamientos y tratar de volver a embriagar el alma con el amor a Dionisio.

Empujados todos afuera y con las luces apagadas, en Soledad volví a sentirme vigoroso. Hoy amanecí con hambre. Estaba cansado por haber existido ayer. Hoy preparándome el café me sentí sobresaltado por el Angst. El silencio de los últimos días me ha servido para darme cuenta que perdí mis métodos y técnicas existencialistas. Por eso los días han pasado sobre mí, y yo desarmado mi defensa no ha sido propia.

Son muchos los frentes que debe o pelear a consecuencia mi multiplicidad. Con ruido y luces es difícil distinguir entre el camino equivocado y el menos andado. Esta realización no es la decisión definitiva sino más bien la confirmación de mi más grande temor: me estoy volviendo normal.

Así pues confirmaba también que la Soledad y su magnífico silencio podían volver a abrir el cielo y llenarlo de nubes navegantes. Aun así las patrañas de la rutina seguirán manifestándose. Es de mí, sin embargo, reconocer el momento preciso para tirarme de lleno, y seguir adelante con el Enterprise.

Saturday, May 29, 2010

Mediocre

Mediocridad, acumulacion de eventos rutinarios que conducen a nada. Días de lo mismo en los cuales el tiempo homicida huye después del crimen. Los recuerdos mueren porque no tienen presente, el porvenir es un nefasto sin sabor. Antes me dirigia algo; hoy me siento estancado.

Monday, May 24, 2010

Campo abierto

Era posible volver a pensar caminar por el laberinto. Tener el distinguido paso, la fiel confianza que solo otorgaba el silencio. Amanecía y oscurecía tan rápido como escribía estas palabras. El guiño del futuro, el delirio del presente, la satisfacción del pasado aparecían estar de nuevo a mi alcance. Le otorgaba el silencio el derecho, la libertad se desprendía de sus cadenas, volvía a estar completamente desnuda.

Hoy volví a ver sus ojos azules perversos, sus labios carnosos besándose, su nariz de mujer seria, su rostro belicoso y de lolita. Yo era su máxima creación y no lo sabia. No me sentía tan orgulloso de esto porque en los últimos once meses había caído en una imprecisión. Fui preso del amor, ruido y luces tanto que me había olvidado por completo de la promesa. Me gustaría dejar claro que no responsabilizo a nadie. Simplemente el resplandor de la vida cotidiana me había desviado de vuelta al camino de los borregos.

Quedaba atrás otra etapa. Había dejado la piel ahora esperaba el próximo plan. Podría haber continuado en donde me quede, pero está claro que el tiempo ha pasado y otra es mi realidad antropológica-social. Empecé por escribir, por hacer uso de mi memoria lejana para así entender mejor el camino a seguir. Como mencione renglones atrás, la aparición de mi diseñadora fue una linda coincidencia que interprete como señal a mantener en pie este gran Enterprise que sin duda es un manifestó al hecho de que hace ocho olimpiadas coincidí con el momento cumbre que cambiara por completo mi vida.

Hoy había movido unos muebles para descubrir su retrato, tire unos pelos, sacudí la cama, y mi mente se enfoco en el laberinto. Apague las luces para ponerme de inmediato a soñar y volver a escuchar las carcajadas de Aix-en-Provence.

Sunday, May 23, 2010

Hay que defender la libertad

Estos últimos días han estado llenos de imprecisiones. A consecuencia siento como poco a poco sucumbo al sub-desarrollo. Todo el “Enterprise” que creía tener andando a full está a punto de venirse abajo. Mi problema con los borregos se incremento hasta cierto punto que comence a odiarlos a todos. Manejaba un par de ideas para largarme lejos, pero dada mi situación antropológica-social de padre soltero no tenía más opción que permanecer quieto, fingir estar tranquilo y estable. Una cadena perpetúa. ¡Qué angustioso!

Eran ya cinco meses que me sentía preso por presiones económicas y compromisos a otros. Me sentía obligado a todo. La convivencia con otros se había convertido en una tortura. En más de una vez había mandado señales de dolor, pero mi situación parecía empeorarse. El rebelde había caído preso de una vida normal, ya sabía lo que sucedería las noches y los fines de semana. De principio me pareció buena la idea. Trate, me esmere, realice un plan de integración, pero simplemente no pude, me revente; en otras palabras no quise más poder. I quit —me dije una noche cuando el silencio reinaba. Esa misma noche en mis sueños volvi a escuchar risas.

Me levante y la costumbre me condujo a preparar un café. Mi casa tenía un aspecto sobrio. Reinaba un espectacular silencio. Sentía un poco de culpa quizá en mi sueño había ido un poco lejos, pero percibía muy dentro de mí el retorno a la espiritualidad que había gozado antes. La realidad era otra; el pasado en estos casos siempre era el mismo. No era libre aun había muchas guerras de por medio. Sin embargo, había rescatado algo tan primordial en mi: the unbearable lightness of being.

Hoy le escribi otra pagina a Rayuela, no tiene caso editarla porque se escribió lo que se tuvo que escribir. Hoy vuelvo a ser Harry Haller y mañana volveré a ser una creación de Dostoevsky. Con algo de suerte volveré a emular alguna de las canciones de Cerati aunque por ahora es importante preparase para librar el buen combate.

Tuesday, May 11, 2010

Dias Cero

Rojos han sido los siglos; negros están siendo los años. Allá en el cielo están los días, aquellos momentos en donde todo se podía. Ahora era toda una vil mentira porque los recuerdos no me servían. En los rayos del buscaba el comienzo del porvenir, pero en mi intento caí ciego.
Estas semanas he estado prófugo. Solo el trabajo y Mimí pueden atraparme. Yo me libero en ratitos, pero vuelvo a lo mismo en cuanto menos me doy cuenta. Este próximo domingo faltaran 7 años para el estasis de los 40s. Tan emocionado me tienen las próximas fechas que me he volcado a leer para mejor mi intelectualismo. Anhelo porque sigo teniendo la vela encendida de que algún día quemare todo y podre irme por el mundo a aprender el arte de la guerra.
Por ahora solo me queda gozar el invierno en la primavera de un niño.