Friday, December 24, 2010

Dias de parálisis cerebral::mis momentos oportunos

Hoy me he levantado con una culpa del carajo. Mis maleta de viajero mal viviente sigue vacía. Primero debía lavar unos trapos para no pasar frio en las tierras de don Dalí y Gaudí. No sabía si tenía capital suficiente. Otra culpa se desvelaba en mi pobre mocosa condición de humano gripiento. Debía cobrar unos pagos. Al menos tenía trabajo este fin de semana y tendría reales para cuando regresara.

No vivía de fe o esperanzas. Tenía la costumbre de echarme toda la responsabilidad sobre mis hombros y caminar. A veces no podía otras galopaba como cabashito unicornio.

El mundo borreguil sufría de su acostumbrada parálisis cerebral de fin de año. Resurgía la fe y la esperanza y el borrego bailaba, cantaba, bebía, cantaba y miraba al horizonte con la misma pendeja de siempre. Ahí tenías desde Lady Cocodrilo, Acaman, La Damita de los Silencios hasta el cíngaro Gato coordinados con todos los eventos del shopping y decadencia. Qué podía decirles si sabéis que me fastidia escribir de la cotidianidad. A veces creo que mi mayor logro no fue haberme desecho de mi Bete Noir (consultence el Diario del Esquizofrénico) sino la creación de mi propio calendario de tiempos y variantes de la antigua Grecia e influencias husserlianas. Año Olímpico, Olimpiada (or Epoch), Instantes, Momentos… Y hasta días festivos. ¡Aja!

Por cierto esta mocosa condición de humano agripado me tenia un poco contra la paredes. No podía estresar el cuerpo porque mis defensas se me vendrían abajo, y podría caer en los brazos de la fiebre. Me había refugiado en el trabajo y en la lectura, y en el cuidado del Gato —inútil ser vivo que come y duerme solamente. Tendré, deberé, precisare… enfocarme en el próximo evento.

Thursday, December 23, 2010

Fin de la inmortalidad.

No me molestaba estar moquiento sino la condición de simpleton terrestre que sentía esta mañana. Al fin y al cabo era humano comenzaba a entender. Me auto-pronunciaba contagiado por el virus borreguil de la gripa. Anunciaba época de mocos pronosticaba dolores musculares, debilitación del cuerpo y gastos descomunales en medicinas. No tenía fe en mi sistema inmunológico. Una vez que caía enfermo no tenia mas remedio terminar el ciclo. A veces me lo tomaba como un castigo otras como un simple evento para recordar mi condición de borrego.

¿Pero por donde había entrado el virus? Era necesario llenarme de bacteria y de alguna manera bloquear el avance de la enfermedad. Debía prohibir el acceso de seres contagiosos a mi hogar. Tenía un presentimiento que el virus me lo había plantado Lady Kokodrile. Igual podía haberlo cogido en el gym o haberlo recibido por mensaje de texto.  De cualquier modo debía encontrar la manera de vencerlo aunque sabía bien que la llevaba de perder.
En fin…

Tuesday, December 21, 2010

Low-performance en tiempo de lluvias

Han sido días lluviosos, de malhumor, de presentimientos paquidérmicos y de alguna otra circunstancia existencial no favorable. No hare rodeos porque esto es un blog y no el diario de un príncipe. This morning (ósea ahora) reconocí tener un bajo rendimiento en referente a las disciplinas que desempeño como ser esquizofrénico y deamonico. Digamos que tuve uno de esos clásicos duelos conmigo mismo para poder analizar bien mi situación actual. No aceptaba el hecho de sentirme inservible ni permitía tener dos días consecutivos de low-performance. También me ladillaba por completo el hecho de que había mucho trabajo y que los Borregos, por estar en sus fiestas y de shopping, no atendían las necesidades laborales. ¡Que joder! 

En fin…


Volviendo al tema del día lluvioso me gustaban. No me importaba que lloviera menos en San Diego porque siempre estaba los cielos despejados. La lluvia se había convertido en un fenómeno natural o algo así como un milagro de los dioses de las mil putas. Era motivante salir a las calles desiertas y realizar las tareas necesarias para sentirse full. No tenía previsto, sin embargo, tener que lidiar con el diluvio del cielo en estos días de low-performance. Tres días habían pasado sin haber visto el sol igual ¡qué ni me importa eh! Ayer me tome el día libre por cuestiones post-alcohólicas, pero hoy tenía ganas de nuevo de echar andar mi maquina. Empecé por levantarme temprano, pero me ladillo tener tanto trabajo y no tener razón de la gente con quien colabora. Total me tome un par de tazas de café mire el Facebook. Me decidí ir al gym fue ahí donde encontré mi desgano. ¡Fatal el asunto! Me dolían los huesos, necesitaba cortarme el pelo, ir al dentista, ¡qué ijo puta calor que hace!  —yo a mitad de invierno y acalorado— olvide mi iPod shingadamauder, debí haber desayunado no estoy gordo… La serie de excusas, paranoia, situación paradójica, patología siquiátrica, angustia existencial. ¡A la mierda me voy! Regreso a casa la lluvia me moja y de paso escucho la burla de las calles mojadas. El inbox de las cinco cuentas de correo electrónico “0”. ¡Oh impotencia! ¡Ser terrícola borreguil di merda!  

Saturday, December 18, 2010

¡Oh Heraclitus ampáralos!

He estado enfadado. Arremetería contra todo si supiera cómo. Quisiera estar en silencio pero existen ruidos a mi alrededor. Parece que los monstruos andan sueltos y desean desempeñarse con nitidez en lo suyo, destruir… ahuyentar las sombras insípidas… desvalorizar la realidad borreguil para yo así despertar. Pronto las cuestiones existenciales resurgieron para ser luego devoradas por la nulidad del nihilismo.  Volvió el poema del destierro. La angustia perdió su divinidad. Me limite a odiar porque creí que detestar era lo mas adecuado además me viene mejor.  ¡Oh nulidad nihilista cuestionamiento sin razón contradictorio ampárame! Yo el pensador mantequilla ni como poder hacerlo razonar de un modo u otro mas cuando todo argumento ha quedado desvalorizado en un pasado inexistente. ¿Qué me venís a contra argumentar después de dos horas de haberlo dicho? Por favor… Mi pensamiento quizá esta en otra dimensión. Fiel a mi costumbre y vocación, fast-forward... ¡Oh Heraclitus ampáralos!

Espero otro evento poético. Que los incautos entre ellos hagan sus apuestas; yo hare las mías debajo de la estela de otro sueño estéreo que viviré. Canten Parcas para que las princesas desfallecidas saquen de sus bolsas el prestigioso maquillaje que las hace maquiavélicas.  Desplome de la mujer liberada lejos de su condición predilecta llámese griega. Revolucionarias ochentistas arrodillas a las wikileaks.  Por favor… no seas pelotuda. Por cierto Lady Kokodrile le dimos el weekend off.

Espejismo nulo, la misma trampa terrícola de siempre

Hoy desperté tarde. El cielo igual que ayer gris. El gato seguía negro e hinchando las pelotas. Los días habían conducido al fin de semana y este pronto nos colocaría en la recta final del año borrego.  El fin del ciclo con la misma anhelo de siempre. ¿Qué por qué? Porque técnicamente entrabamos a una especie de burbuja artificial mercadotécnica que en algún tiempo tuvo valores religiosos. El antes y después de la navidad se avecinaba peor todavía la avalancha de resoluciones para el año nuevo. Bueno en fin…

Por otro lado mi existencia registraba aproximadamente 10 apariciones de la Damita de los Silencios. ¡Nada fuera de lo común eh! Fiel a su estilo había conseguido provocar el Anemoi. El sol brillo, la odisea resurgió, nubes de multiformes desfilaron para guiarme a su destino, pero el aliento de su farsa pronto torno el cielo gris. Desistí, dude y vi sobre el suelo la sombra de mi sospecha. El mismo espejismo nulo che, la misma trampa terrícola de siempre ¡Shiale! y todo el Enterprise de bruces. ¡Por Zeus, Buda, y Yiizzes Kraist! Y bueno… eran así las cosas. Los riesgos que depositaba la vida sobre el camino para que los seres legendarios y contradictorios vivieran una odisea digna de ser contada. Igual tenia porvenir mejor todavía un presente que ofrecía las mejores garantías. Era irremediable caer preso de las sensaciones del cuerpo y del antropocentrismo. En fin…

Monday, December 6, 2010

Sueños paquidermos ¡luces, cámara… mejor espérate!

Mis análisis no habían logrado probar mi incapacidad como viajero. La contradicción seguía encabezando los titulares de mi vida. Todo este imprevisible y contingente pensamiento comenzaba a enloquecerme.   Yo según tenía todo resuelto, estar en casa, estudiar una noseque vaina, ahorrar, y matarme las ganas con ejercicio. Un par de turisteadas  con Lady Kokodrile y a ver como empezaba a pintar el evento. Inoportuna aparición de una posibilidad brindaba una esplendida oportunidad de viaje que sentía no debía desperdiciar. Exacto… sentía… de sentir… evento anomalístico muchas veces ladrón de mi razonamiento puro. Por supuesto que sentía, tenía ganas de sentir, encaminar la belleza huesuda hacia los porvenires de la contingencia y hacer de esta un digno evento. Debía quedarme, estarme quieto… me decía quedito a mi mismo como queriendo persuadir a mis monstruosidades de no emprender viajes a ninguna parte. Mis razones tenia, y eran obvias como casi siempre. Para que iba a viajar solo 10 días cuando podía irme por un mes. Segundo con el invierno que azotaba la mayor parte del planeta los destinos del sur del ecuador me parecían dignos, pero realmente no me llamaban la atención. ¿Para qué viajar 20 y pico de horas en un avión y luego tener que regresarse? Los viajes debía administrarlos como la NASA viste…  Un extenso preparativo y claro con una misión.

Y eso era lo que preciso tener. UNA MISION. 

Saturday, December 4, 2010

Y dale con el travel bug

Confieso llegue de mi viaje fui feliz un día pero después del Segundo comencé a sentir el desgaste de el evento cotidiano. Señores changos, ilustres borregos, querido gato… escribí  ¡no quiero estar aquí!
Mis monstros salieron de shopping. Querían disfraces y un par de gafas nuevas.

Yo me quede trabajando y en mis momentos libres me aventuraba a buscar un boleto de avión. No quería ir al frio ni tampoco viajar al sur. Quería que el avión fuera al este y de ahí hacia el sur. Conseguí un par de vuelos, pero desistí por inútil o quizás por prudencia o mejor todavía por las fechas Borreguiles Navideñenses que igual ni observo pero que por costumbre me sigo obligado a estas. ¡Demonios! ¡Diantres! ¡La concha de la lora! Y bueno… pensé un sinfín de obscenidades para apagar mi frustración. Igual mi compromiso estaba en trabajar en la infraestructura de mi Enterprise. Era el principio de una Olimpiada, así que no debía presionarme con viajes sino mas bien crear las bases para poner sostener lo que viniera o lo que debía transformarse.  Sabía que podía lanzarme al viaje, pero tal ofensiva podría no ser necesaria. Era fácil entrar en duelo conmigo mismos. No me gustaba ver puertas entre abiertas, malograr oportunidades menos ser prudente cuando mi mente se volvía loca por los alaridos de mis monstros. Eres un pendejo, viaja pues, inútil, compra ese billete de avión… dale pues… busca a Darling… no Darling no puede. Llévate a Lady Kokodrile… y yo que hijo de puta sos.. Que no ella no, viajo solo y listo. Estudiaba los vuelos pero después dudaba del tiempo. Tiempo traicionero cómplice del dinero.  Me levantaba y caminaba en círculos.