Como soy una persona productiva y tengo adicción al trabajo me mantuve vigilando los emails solamente contestando lo necesario. Mis mentiras me han dado el beneficio de la duda. Algo que la gente normal, comun y corriente utilizan de vez en cuando para justificarse entre ellos. Desde que le dije a mis compañeros de trabajo que sufría de dislexia se toman un tiempo extra para explicarme lo que sucede con los proyectos. Es preferible hacerse el imbécil que ellos te hagan sentirme imbécil –así de simple. Una vez que se lo que ocurre es facil hacer mi trabajo.
Para los que se ocupan del chisme. No he tenido noticias del funeral del tío Abel. Solamente mi madre querida-adorada hablo para pedirme que fuera a ver a los parientes para brindarles el apoyo necesario. Petición que me pareció todo un acto de normalidad, una oportunidad dorada para practicar mi salud social y poder ser igual como todos y así poder interpretar la muerte como algo trágico cuando en realidad es ¡el máximo acto de liberación del Ser! Por supuesto que me negué a participar in such ritual! cosa que mi madre querida-adorada tomo muy mal. Nada nuevo porque todo se lo toma a mal ultimamente. Como -hijo mayor y replica-exacta-indiscutible-de-ella no logro convencerme. Ella al verse superada una vez mas por su propia creacion volvió a decirme en su tono sacarstico las mismas injurias de siempre. Insultos, criticas, y difamaciones de mi persona ósea mi modo de ser cosa que desde que tengo memoria siempre lo ha hecho anyways. Claro que siendo un clon de ella me valió madre todo lo que dijo, le di por su lado, y al ver que su veneno no provocaba el mio se despidió colgando el teléfono. ¿Ah que caray con mi madre querida-adorada?—pensé.
Volví a mi terraza y me absorbí limpiando la Polaroid, los lentes y los filtros. Cuando caí en sí me descubrí escuchando el ruido urbano de la noche. La luna perdia su vigor, la bahia y los edificios eran acechada por una capa de niebla que nos forzaba a entrar en la madrugada. Invoque pasajes del trabajo de Sabato, Cortazar, y de mi querido amigo Pedro ¡En que cotidiano evento me encontraba!
No comments:
Post a Comment